La planta de la fresa es una especie perenne de la familia de las Rosáceas, originaria de Europa y Norteamérica. Se cultiva por su fruto comestible, que es uno de los más apreciados y consumidos del mundo. Por lo general, las fresas se cultivan en regiones templadas y frías, donde el clima es moderado y no demasiado extremo. Requieren un suelo fértil y bien drenado, y el éxito de su cultivo depende de factores como el clima, la calidad del agua y la disponibilidad de luz solar.
Comercialmente, las fresas se utilizan en una gran variedad de productos, desde postres hasta bebidas y cosméticos, con una demanda constante durante todo el año. Además, cada vez son más populares los productos derivados de la fresa, como mermeladas, siropes y licores.